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Es absolutamente esencial que personas comprometidas y con capacidades para contribuir eficazmente al bien común den un paso al frente para guiar a la sociedad frente al cambio de época, con el bien común como norte. ¿Es razonable dar ese salto? ¿Cuales son las probabilidades de éxito? ¿Y cuan necesario es hacer un cálculo de probabilidades para dar el salto?
A la luz de lo aquí planteado, este es un paso que puede calificarse de heroico. La literatura universal muestra que el viaje del héroe como paradigma universal incluye varios pasos: la llamada inicial y el rechazo a la misma, el encuentro con el mentor, la puesta en juego, la generación de amigos y enemigos, las grandes pruebas, el éxito, las tentaciones de echar todo a perder, la superación de la tentación y el regreso al origen para liderar a los demás por el camino de la vida. En ese camino, el héroe necesita ser acompañado.
Hoy, como siempre, son necesarias personas así. Los retos y las oportunidades son enormes, el mal existe, la debilidad humana también, y el futuro no está escrito. ¿Quien se atreverá a escribirlo?
La Escuela de Gobierno y Liderazgo nace para buscar y animar a aquellos que se hagan seriamente esta pregunta a dar una respuesta a la altura de los retos. Lo hace desde la convicción de que la esperanza, la fe y la caridad son más fuertes que la apatía, el escepticismo y el egoismo, y de que todos los seres humanos tenemos anhelos profundos en el corazón que descubrimos y que deseamos colmar. Por eso se abre con fuerza a todos los que tengan sed de un futuro mejor, más humano, y ganas de contribuir a generarlo. En esto nos dejamos guiar por la sabiduría de la Iglesia, reflejada recientemente en documentos como Fratelli Tutti del Papa Francisco, que nos interpelan fuertemente a salir de nosotros mismos para servir a todos, y en particular a los más necesitados, a los más débiles, y contribuir de esa manera a avanzar, paso a paso, hacia una fraternidad universal que nunca será perfecta pero que no por ello es ilusoria.
